10 actitudes infalibles para ser aceptados por los demás

Es inconsecuente pretender ser aceptado por todas las personas que hemos conocidos a lo largo de nuestras vidas. No existe, por así decirlo, la primera persona que lo haya logrado a través de la historia de la humanidad

Sin embargo, sí existen ciertas actitudes para ser aceptados por los demás, estrategias para ser bienvenidos en la mayoría de los círculos sociales y/o laborales, en los que nos veamos involucrados.

  1. Dirijámonos a las persona por su nombre y siempre “les sonará como la más bella de las canciones”. El tratamiento anónimo como, por ejemplo, “óyeme”, “mira”, “te cuento algo” y similares, nunca dejarán de ser odiosamente impersonales.
  2. Saber escuchar, es imprescindible. Nada resulta más incómodo, que nuestro interlocutor nos interrumpa cada 30 segundos cuando le estamos hablando de algo importante. Lo mismo nos puede suceder a nosotros ¿verdad?
  3. No debemos hablar, en exceso, de nosotros mismos. Esto cansa a las personas y nos interpretarán como egoístas, egocéntricos y faltos de solidaridad.
  4. No podemos dejar de contestar a las llamadas, a menos que sea estrictamente necesario, por razones laborales, de urgencias y similares.
Cuando no sea posible hacerlo, será imprescindible devolver la llamada que no fue contestada. El otro, sentirá que es importante para nosotros.
  1. Es crucial saber decir “no” con prudencia, dado que no siempre podremos decir “sí” a todo lo que nos proponen los demás.
Eso sí, es preciso saber que una negativa jamás le caerá bien a nadie. Por ende, debemos ser delicados, prudentes y cautelosos a la hora del “no”.
  1. Admirémosles las cosas buenas a los demás, pero con prudencia y, además, sin exageraciones que podrían ser tomadas como desagradables adulaciones.
  2. Procuremos permanecer sonrientes o, cuando menos, con una expresión facial agradable, amigable, serena y siempre dispuesta a mirar a los demás. Jamás será bienvenido, el hecho de voltearle la cara a las personas.
  3. Siempre debemos devolver un saludo efusivo. Si alguien nos saluda con alegría, cariño y efusividad, la peor estrategia será sólo estrecharle la mano y disponer un seño adusto.
  4. Nunca debemos sonreirles y/o hablarles a los demás, de manera “artificiosa”. Una sonrisa y una “supuesta” frase amigable forzadas, siempre son detectadas y rechazadas por las personas, así lo callen.
  5. Aceptemos las invitaciones que nos formulen de manera sincera y cariñosa. Lo contrario, será tomado como un desprecio de lo más desagradable.